Necesito alguien que me emparche un poco
y que limpie mi cabeza...
que esté en mi cama viernes y domingo
para estar en su alma todos los demás dias de mi vida...
que sepa servir el té, besarme después y echar a reír.
Y que conozca las palabras que jamás le voy a decir
y que no le importe mi ropa
si total me voy a desvestir
para amarla...
Si conocen a alguien así yo se los pido.
Que me avisen porque es así totalmente.
Quien necesito .
Sui Géneris (Vida, 1972)
Desde que traspuse la puerta el desastre se hizo recurrente.-El flechazo fue inmediato y de consecuencias irreparables, ese hombre representaba mi bandera, mi tótem, lo que yo creía mi objeto de satisfacción libidinal, en pocas palabras, me enamoré... Que equivocado sentimiento se anidaba en mi corazón.
Físicamente cumplía los requisitios: Alto, delgado,pelo negro, muy quebrado y mirada socarrona ¡Vamos! Mi prototipo masculino, inmediatamente me recriminé por presentarme a la escuela mal peinada y peor vestida. Desde ese día nació la intranquilidad.
Cada tarde agendaba un ritual de belleza solo para él.- Baños con agua helada y exfoliantes, cremas hidratantes y lipstick -Sometía mi cabello a prolongadas sesiones con la plancha- Todo para agradarle, para que me viese como yo le percibía. LLegaba a clase de inglés con las entrañas comprimidas y sonrisa nerviosa, comencé a sentarme a su lado.
Las conversaciones nunca fueron memorables, me encontraba demasiado incómoda para ser interesante , sin embargo mis emociones se enraízaban en su amabilidad, en los chistes puntuales que lanzaba, en su aura de hombre triunfador.
Por áquel entonces tenía un novio con el que había consolidado un par de años de estable relación, misma que se escurrió por el boquete que mi frenesí habia cavado.
Inventaba excusas y pretextos para acompañarle camino a casa, su afición por el fútbol incluso me era encantadora, aunada a su analfabetismo cultural.
Físicamente cumplía los requisitios: Alto, delgado,pelo negro, muy quebrado y mirada socarrona ¡Vamos! Mi prototipo masculino, inmediatamente me recriminé por presentarme a la escuela mal peinada y peor vestida. Desde ese día nació la intranquilidad.
Cada tarde agendaba un ritual de belleza solo para él.- Baños con agua helada y exfoliantes, cremas hidratantes y lipstick -Sometía mi cabello a prolongadas sesiones con la plancha- Todo para agradarle, para que me viese como yo le percibía. LLegaba a clase de inglés con las entrañas comprimidas y sonrisa nerviosa, comencé a sentarme a su lado.
Las conversaciones nunca fueron memorables, me encontraba demasiado incómoda para ser interesante , sin embargo mis emociones se enraízaban en su amabilidad, en los chistes puntuales que lanzaba, en su aura de hombre triunfador.
Por áquel entonces tenía un novio con el que había consolidado un par de años de estable relación, misma que se escurrió por el boquete que mi frenesí habia cavado.
Inventaba excusas y pretextos para acompañarle camino a casa, su afición por el fútbol incluso me era encantadora, aunada a su analfabetismo cultural.
Me empecinaba en descifrarlo, descubrir las claves que me posibilitasen alojarme en su ser, guarecerme en sus ojos como un lagarto que se refugia en el sol. En realidad, cada tentativa resultó reiteración de un fracaso anterior.
Me dí por vencida.
Luego vinieron las señales, recuperé la valentía y habité nuevamente en la intuición. Trás un esporádico encuentro comencé a sospechar que si era invariablemente certera con mis intenciones él no me esquivaría. A la larga tuve razón.
Una noche, motivada por el alcohol mi calamitoso deseo se transformó en ardiente beso y luego otro y muchos más, resultaba tan extraño...Algo que anhelaba durante tanto tiempo finalmente se materializaba, el miedo era intenso, mi corazón aullaba como cachorro de loba. Quizá eso de animal que había en mí fue lo que me empujó hacia su cama. Ese territorio fue mi extravío,trataba de seguir su rastro, no lo alcanzaba, siempre fue como si huyera de mí. Persecusión en la estepa ó Tic Tac de manecillas que nunca se tropiezan.
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En tí no hay nada que me busque, a partir de aquel día he leído manuales, pensando en análisis, asesoría esóterica y oraciones ¿Por qué me significas tanto? ¿Por que eres mi problema? Ya no quiero ser más tu polizón y definitvamente el amor se encuentra demodé, pero si de algún modo nos es posible, olvidarnos de la historia, si te permites atisbar por la rendija de las cosas misteriosas ¿ Quién no podría asegurarnos la felicidad?