Lo conocí hace mucho, algunos meses, es amigo de unos amigos. Nos encontramos en varias fiestas sin hablar, hasta que en una de ellas platicamos un rato. Me habló de él, de sus gustos y sus proyectos y me sentí atraída. Muchos meses después me dí cuenta de que me gusta de verdad y me descubrí procurando su encuentro.
La semana pasada se dio. Hablamos mucho en el rincón de un bar mientras mis amigos sonreían por verme ligar otra vez después de la difícil ruptura. Al día siguiente bailamos y nuestros cuerpos se pegaron más de lo normal. Las circunstancias nos acercaron un poco más, nos abrazamos y el me dio unos besos en la cabeza, cerca de la oreja, los besos más tiernos que me hayan dado jamás. La fiesta terminó y mis amigos querían irse a casa. Salí de la fiesta sin despedirme de él porque no lo encontré. Con el coche encendido decidí que no podía irme sin despedir. Regresé a la fiesta, subí tres pisos de escaleras en un estado levemente etílico y apareció él bajando para salir. Me detuve, lo miré con el cuello torcido hacia arriba, sintiéndome jirafa, le sonreí y afirme que había regresado solamente para despedirme de él. Parecía la escena final de una película romántica, cursi y ñoña; esa parte en la que a los personajes no les queda mas remedio que aceptar que se gustan y besarse e intercambiar números o irse al departamento de él o caminar por el centro toda la noche. Pero algo en él cambió en ese momento, toda la coquetería, el toqueteo, las sonrisas, los besos en la cabeza se fueron a la mierda. Él fue gélido, bajó conmigo hasta la calle y para decepción de su amigo y mía, se despidió de mí con indiferencia y no me pidió mi teléfono, ni caminó conmigo por el centro ni me invitó a su departamento.
Él no tenía mi número, pero por azares del destino yo tenía el suyo. Dos días después le mandé un mensaje “casual” para comentarle que ya no fuimos a la fiesta a la que nos había invitado porque lo llamamos y no contestó. Él no respondió.
Ahora me entero que todos sus amigos comentan la notoria química que hay entre nosotros. Y yo helada sin respuesta, sin mensajito, sin caminatas nocturnas, atesorando solamente unos besos en la cabeza.
La semana pasada se dio. Hablamos mucho en el rincón de un bar mientras mis amigos sonreían por verme ligar otra vez después de la difícil ruptura. Al día siguiente bailamos y nuestros cuerpos se pegaron más de lo normal. Las circunstancias nos acercaron un poco más, nos abrazamos y el me dio unos besos en la cabeza, cerca de la oreja, los besos más tiernos que me hayan dado jamás. La fiesta terminó y mis amigos querían irse a casa. Salí de la fiesta sin despedirme de él porque no lo encontré. Con el coche encendido decidí que no podía irme sin despedir. Regresé a la fiesta, subí tres pisos de escaleras en un estado levemente etílico y apareció él bajando para salir. Me detuve, lo miré con el cuello torcido hacia arriba, sintiéndome jirafa, le sonreí y afirme que había regresado solamente para despedirme de él. Parecía la escena final de una película romántica, cursi y ñoña; esa parte en la que a los personajes no les queda mas remedio que aceptar que se gustan y besarse e intercambiar números o irse al departamento de él o caminar por el centro toda la noche. Pero algo en él cambió en ese momento, toda la coquetería, el toqueteo, las sonrisas, los besos en la cabeza se fueron a la mierda. Él fue gélido, bajó conmigo hasta la calle y para decepción de su amigo y mía, se despidió de mí con indiferencia y no me pidió mi teléfono, ni caminó conmigo por el centro ni me invitó a su departamento.
Él no tenía mi número, pero por azares del destino yo tenía el suyo. Dos días después le mandé un mensaje “casual” para comentarle que ya no fuimos a la fiesta a la que nos había invitado porque lo llamamos y no contestó. Él no respondió.
Ahora me entero que todos sus amigos comentan la notoria química que hay entre nosotros. Y yo helada sin respuesta, sin mensajito, sin caminatas nocturnas, atesorando solamente unos besos en la cabeza.
7 diagnósticos:
Yo tampoco entiendo... pero creo que yo nunca entenderé a los hombres.
yo si me entiendo, no... no es cierto, olvidalo, ammm... ¿vamos a caminar al centro?.
creo tendra qe ver, con algun interes romantico de algun amigo de el, o qiza solo esta pirado...
ciao
VEAN PORNO CASERO:
http://rapidshare.com/files/278255469/Lupita_cojiendo_duro.3gp
bueno tu blog, felicitaciones , visita el mio :
Sonido Extremo Peru
A veces siento que todos los que escribimos en este blog en realidad somos la misma persona.
Son unos hijos de puta!
FIN!
Saludos!
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